Jomagú - ilustración y dibujo -: guerra

A menudo pienso en los mexicanos como pueblo, como nación y trato de ver y entender lo que ello implica.

Me viene a la mente esto del águila, la serpiente y el nopal, y toda la historia de que los españoles vinieron a destruir. Luego la independencia, la revolución, la reforma, la expropiación, y al fin lo moderno; y sí, de acuerdo los españoles, llegaron con la inercia de su civilización que por cierto no tenía dos días formada, que se remonta a Roma y posteriormente a los árabes, pero aquí también había ya algo de civilizado, aún en ese salvajismo atribuido a los aztecas, mexicas, mayas y toltecas, estaban organizados.

Ante eso, se supone crecemos con el peso de esas dos culturas, si un día el mexicano se despoja de esa pesada roca que carga a su espalda, puede que se vea como un hombre moderno, que construye edificios, viaja en metro, trabaja, como lo haría cualquier otro ciudadano de cualquier ciudad o país del mundo.

Saber que abunda lo que se necesita para ser un país competitivo a nivel mundial, es una motivación para levantarse cada día, apegarse a una cultura de lo legal, lo moral y lo ético. Empezar a repudiar al corrupto, ganarle al político ventajoso, cada quien hacerse responsable de su vida y sus actos, tomar lo que le pertenece y sacarle provecho.

Saber que no entendemos lo códices es un alivio, pero podemos aprender inglés, mandarín, francés, italiano y comunicarnos con personas del otro lado del mundo, ya está a la mano la tecnología y no falta mucho para que el lenguaje sea transparente para lo que se quiera decir.

Entonces qué significa la comodidad de esa roca en la espalda, que quiere decir que los mayas sabían del cero mucho antes, que tenían una observación astronomía muy avanzada; significa que atesoramos todo eso con la justificación de que no podemos ser mejores que ellos, y nos acomodamos plácidamente en la mediocridad culpando al español que se llevó el oro a sus tierras y trajo espejos.

Pero el mexicano no le debe nada al Maya, ni al Azteca, mucho menos al Español, al Árabe, al Romano. El Mexicano no le debe nada a nadie, mucho menos al Estadounidense ni al hermano latinoamericano, el Mexicano debe olvidar sus guerras, su cultura, debe cortar no su raíz, sino podar las primeras ramas de su desarrollo y alcanzar las alturas, usar los espejos de los españoles para observarse y crecer.

Hay que aceptar que somos quien somos, sin querer volver a ser lo que fuimos. Así de simple.

@jorgem4rtinez